En los últimos meses el mundo está siendo testigo y protagonista de múltiples catástrofes naturales. También, los grandes, los países grandes reunidos en asociaciones con nombres rimbombantes, se han reunido para ver que es lo que se puede hacer. Llevan reuniéndose desde hace mas de veinte años. Cuando el mensaje de los científicos apuntaban que aun se podía hacer algo. ¿estaremos a tiempo? Es mi pregunta.
Cuando hago el resumen mas cercano de estos últimos meses, me asusto. Desde los terremotos de la Polinesia hace un par de años, con el tsunami devastador hasta lo que está ocurriendo desde navidades hasta aquí, el relato es estremecedor.
En Andalucía no ha dejado de llover desde antes de Navidad, Un terremoto en Haití, ayer un terremoto al sur de Okinawa en Japón y diez horas después un terremoto que ha afectado a Chile, Perú y Ecuador. Mientras tanto aquí, una tormenta que bajo el nombre de Ciclo génesis explosiva, nos metió en casa, cerramos las ventanas y nos pusimos “dodotis” a la espera de lo que ocurra. Luego, no pasó nada espectacular. Estábamos esperando ver una imagen propia de una película de Igmar Bergman. Apocalíptico panorama. Los comerciantes de todo el Bilbao metropolitano, se quejaron. ¡ no había clientes!. Los que se atrevieron a venir desde zonas limítrofes donde el único medio de transporte (aparte del particular), es el Autobús, se quedaron en Bilbao, pues se enteraron de que se había suprimido el viaje, cuando ya era demasiado tarde. Algo falló. Tal vez, la comunicación, el exceso, la falta de experiencia........ ¡no se!.
Por otra parte, en el Ártico, se ha desprendido un Iceberg del tamaño de la provincia de Bizkaia, como consecuencia de un choque entre dos moles de hielo......... seguro que hay mas episodios preocupantes, pero al ser de menor dimensión no merecen la pena de ocupar un espacio en las primera planas.
Mientras tanto sigue habiendo gente, gente que ocupa altas cotas de responsabilidad, que niega la evidencia del cambio climático. ¿a que obedece?, tal vez a su imbecilidad, tal vez a la ignorancia o tal vez a un extraño interés en proteger ¡sabe Dios! que oscuros intereses.
La incertidumbre que me embarga hoy, es mi postura expectante en ver cuanto tiempo mas van a durar estos desarreglos climáticos. Estos cataclismos que traen tristeza y desolación a tantas gentes.
Si dejamos escapar la imaginación. Si por un momento fabulamos la hipótesis de que estos cataclismos continúen produciéndose continuadamente, tal vez, solo tal vez, lleguen algunos a la conclusión de que el dinero, no sirve para nada por si mismo. El dinero no se come. Tal vez ante el temor de que la ruina física nos tape, entendamos que la única forma de sobrevivir, es juntando todas las manos para que todo el mundo coma, para que nadie sufra enfermedades, para que nadie sufra calamidades. Ayudarnos y trabajar todos unidos, sin pensar en mas beneficio que la satisfacción de ver, por ejemplo, la sonrisa de un niño alimentado en brazos de su madre.
Ya se que alguno me tildará de catastrofista y de pesimista y de .......... ¡no se!. Lo cierto es que las cosas que están sucediendo desde hace mucho tiempo ya, son verdaderamente alarmantes. Estamos a mediados del mes de Marzo del año 2010. los temporales, no han cesado aun. Las opiniones entre científicos, políticos, economistas e investigadores, no terminan de contemplar este panorama bajo el mismo prisma. Los habitantes de la tierra, estamos expectantes de que ocurrirá mañana. Pues nosotros, mañana lo escribiremos.
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